¿Qué beneficios concretos traen las posturas de Yoga?
El Yoga es una disciplina que beneficia a todo ser humano que la practique, no solo en edad adulta; sino también –y de hecho es aún más beneficioso– en edad temprana. La propuesta de realizar esta práctica en aulas se ha conocido un poco más en Latinoamérica durante los últimos años, pero aún queda mucho camino por recorrer. Quizá se preguntarán por qué es tan importante, y existen investigaciones académicas y trabajos de campo que nos ayudan a responder esa interrogante con mayor rigurosidad.
La investigadora de la Universidad Internacional de La Rioja, de la Facultad de Educación, Ana Aranzabal Isasa, cuestiona este tema al realizar una investigación titulada “Yoga para niños: propuesta de intervención en el aula del segundo ciclo de Educación Infantil” De esta exploración hemos hablado en artículos anteriores, y en esta oportunidad queremos puntualizar el beneficio específico de las posturas que se llevaron a cabo en todas las sesiones de su trabajo en aulas con niños.
Es decir, que además de escuchar cuentos sobre animales y plantas e intentar posteriormente representar a los mismos, hay posiciones básicas que están en la raíz de todas las actividades, es eso lo que les explicaremos a continuación.
La posición en extensión hacia adelante permite que se refuercen los músculos dorsales, que se tonifiquen aquellos de las piernas y mejora la circulación sanguínea y linfática. Además, promueve mejor funcionamiento del intestino. –Numerosas enfermedades del intestino aquejan hoy en día a adultos de edad avanzada, y realizando estas prácticas a edad temprana pueden prevenirse ese tipo de problemas–.
La posición de flexión hacia atrás hace que se suelte la columna vertebral, obteniendo una mayor elasticidad, corrigiendo desviaciones, reforzando los riñones, tonificando caderas y pelvis, aumentando capacidad pulmonar y equilibrando el sistema nervioso.
Por otro lado, las posiciones de torsión y flexión lateral permiten que la columna vertebral se refuerce, también se mejoran ciertas desviaciones y los músculos del tronco se corrigen. La respiración, a partir de estas posturas, puede beneficiarse considerablemente, tal como la circulación sanguínea y linfática se fortalecen.
De las más importantes: las posiciones de equilibrio. Estas refuerzan los músculos de los brazos y de las piernas, tonifican músculos dorsales, mejoran el equilibrio y permiten que se desarrolle tanto la fuerza de voluntad como la concentración.
Por último, les hablaremos de los ejercicios de relajación. Estos, valga la redundancia, relajan profundamente los músculos y nervios del cuerpo, alejan las tensiones, tranquilizan y serenan la mente. ¿No es esto importante para un niño? ¿Se imaginan que todos supiéramos dominar estas cuestiones desde temprana edad?
Sin duda, no sabemos qué pasaría a ciencia cierta, pero tenemos ya muestras claras de mejora en estilos de vida, en personas que desde muy temprano se inician en la disciplina del Yoga. Venimos de la naturaleza, por eso jamás debemos olvidar que nuestro cuerpo forma parte de un todo, y hay formas de conectarse con eso y entenderlo. Esas formas no se adquieren en un pupitre; sino en movimiento.