¿Porqué jugar a la adivinanzas?
Porque mediante este juego de palabras, permitimos que imaginen, que despierten su curiosidad al anhelar encontrar respuestas.
Ellas se convierten en una gran estimulo para la imaginación, mediante la práctica de asociación de ideas, favoreciendo así el lenguaje, la concentración, la memoria y otras habilidades cognitivas.
Con ellas propiciamos la escucha atenta, permitiendo desarrollar la paciencia para encontrar respuestas sin apuros y sin frustraciones.
Al escuchar adivinanzas, los niños y niñas descubren que hay muchas maneras de decir las cosas y con ello valoran la importancia del vocabulario.
La fusión de adivinanzas y posturas de yoga, es algo que les encanta y que los/as mantiene muy enfocados en la práctica, cuidando siempre el objetivo principal en nuestro trabajo con y para la infancia: el jugar!
A continuación te comparto algunas adivinanzas, las cuales tienen como respuestas, animales u otros que pueden servirte para tu clase.
Busca que postura de yoga que conozcas se parece más a cada una de las respuestas y así irás elaborando tu juego yóguico adivinador. Luego puedes crear nuevas adivinanzas y hacer crecer esta iniciativa.
¡Aquí vamos! ¡A adivinar!
A ver si lo sabes tú:
¿Qué estrella no está en el cielo, ni brilla ni tiene luz?
(Estrella de mar)
Zape, zape, para espantar,
Miau, miau, para llamar,
cuatro patas para escapar,
siete vidas para aguantar.
(El gato)
Blanco y elegante,
nada en el estanque.
(El cisne)
Sube que sube, baja que baja,
corre que corre, de rama en rama.
Con cuerpo chico, con cola larga,
juega que juega, de rama en rama.
Come piñones, come avellanas,
siempre corriendo, de rama en rama.
(La ardilla)
Del azun vienen, al azul van,
el puerto los ve partir,
el puerto los ve llegar.
(Los barcos)
Alas de mil colores,
que se pierden entre las flores.
(Mariposa)
Mamífero rumiante,
de cuello alargado,
por el desierto, errante,
siempre anda jorobado.
(Camello)