Los Yoga sutras de Patanjali: Filosofía del yoga para niños (2/2)

Patanjali-y-los-Yoga-Sutras-ninos-yogakiddy-1024x724 (1)
Patanjali-y-los-Yoga-Sutras-ninos-yogakiddy-1024x724 (1)

En la primera parte de este artículo, publicado anteriormente “Filosofía del yoga para niños (1/2)” se habló del Árbol del Yoga, en el que cada una de sus ramas, situaremos a los 8 sutras y/o peldaños del Yoga. Se profundizó en sus 2 primeras ramas, Yama y Niyama.

Continuaremos con el resto de los Sutras o Ramas.

La tercera rama: ASANAS y/o posturas.

Es quizás una de las ramas del yoga más fáciles de explicar, porque existe una gran cantidad de asanas que los niños/as pueden hacer o que ya hacen durante sus clases.

El sutra Asana es tan importante como cualquier otra rama del yoga porque desafía a explorar y controlar sus cuerpos, volviéndolos más conscientes, desafiando su concentración a medida que mantienen las posturas.

La cuarta rama: PRANAYAMA, es la conciencia de la respiración.

Nuestra respiración, nos mantiene enfocados, conectados, y trae oxígeno a nuestros músculos para ayudar a estirarnos más profundamente.

Por ejemplo: Tomen algo que huela bien (una flor, una vela aromática, una fruta). Se inhala lenta y profundamente por la nariz, sintiendo el aire entrar en los pulmones, mientras se disfruta del olor que el objeto elegido brinda. Luego, se exhala lentamente por la nariz. Repetir unas 5 veces con cada objeto seleccionado.

La quinta rama: PRATYAHARA, habla del control sobre los sentidos, lo que hace posible resistirse a la influencia que los mismos ejercen sobre el cuerpo y la mente.

Para explicar bien esta rama, se debe entender que los sentidos a veces pueden controlar nuestro cuerpo. Algo que se puede usar como ejemplo en relación a los niños, es la concentración en la tv, los videos-juegos o el celular, ya que esto puede evitar que escuchen las cosas a su alrededor (el llamado de sus padres/madres o algo que esté sucediendo en la cercanía que requiera atención).

En Pratyhara se busca extraer la conciencia de la sobrecarga sensorial externa, hacia una conciencia más interna de cada uno de nuestros sentidos.

La sexta rama: DHARANA, sutra de la concentración.

Se puede practicar fácilmente usando la concentración para centrar la mente en un punto interno o externo al cuerpo.

Tiene por objetivo lograr una concentración plena, ideal para comenzar con la meditación.

Un ejercicio para los niños: Se comienza en savasana (postura del cadáver), se le indica que cierren sus ojos y centren su atención en una parte de su cuerpo, por ejemplo, una mano, y se procede a mantener toda la atención y concentración allí, por medio de un relato.

La séptima rama: DHYANA, es la rama de la meditación.

Es una práctica que requiere una completa concentración y que ayuda a lidiar con sentimientos que parecen estar fuera de control, tales como ansiedad,enojo,tristeza, etc.

Mientras más tiempo se medita, más se regula la mente y las emociones.
Una forma sencilla de explicar esta rama a los niños, es mediante el uso de mandalas.

La octava rama: SAMADHI.

Y llegamos al final de las 8 ramas del árbol, aquí es donde se pone en práctica todo lo aprendido para llegar al Samadhi: estado de plena conciencia o comprensión del propio ser.
El asana y pranayama preparan para el dharana. Una vez se logra el dharana, dyhana viene más fácil para, finalmente, encontrar samadhi. Es la conexión que sucede entre mente y cuerpo. Se puede explicar como un paso más allá de la meditación, una calma y relajación extrema del cuerpo y la mente, o como la realización de las metas del árbol del yoga y a donde todos los practicantes deberían apuntar.