Dibujos de Mandalas para Colorear
¿Qué son los mandalas?
En el budismo, una representación simbólica del universo, de forma geométrica y simétrica respecto a su centro, que sirve de apoyo a la meditación.
Los mandalas como forma de meditación se consideran hoy en día como herramientas de curación. Un número creciente de estudios clínicos sugiere que la meditación puede reducir el estrés, combatir la depresión, ayudar a controlar el dolor y reducir la presión arterial. La meditación también puede fortalecer nuestro sistema inmunológico estimulando la creación de melatonina, la hormona que reduce el envejecimiento celular y promueve el sueño reparador.
Los mandalas no son sólo cosas para mirar, o para usar en sesiones de meditación. Ahora se usan en libros para colorear que serían útiles para cualquiera. Colorear un mandala utilizando lápices de colores, rotuladores, pintura o pasteles combina los efectos beneficiosos de la meditación y la terapia artística en una actividad sencilla que puede practicarse en cualquier lugar y en cualquier momento.
Las personas que colorean mandalas a menudo tienen esta sensación de profunda serenidad, calma y bienestar. Es una herramienta sencilla que no requiere ninguna experiencia específica, pero puede ser muy enriquecedora. Los mandalas estimulan no sólo la concentración sino también el lado creativo de la persona, un elemento demasiado a menudo descuidado en nuestra vida cotidiana.
Los mandalas de colores pueden ayudar a los niños a manejar mejor sus emociones. En lugar de verbalizar sus sentimientos, muchos niños se expresan a través de los colores y el arte. Este ejercicio puede ser practicado por niños de tan sólo 3 años y que les permite expresar sus sentimientos de forma más natural que utilizando la coloración tradicional.
La forma del círculo da a los niños un “límite visual” con un centro lleno de fantasía, movimiento y magia. El espacio más allá del círculo representa el caos.
El mandala es un estímulo visual que les invita a crear, a imaginar y a encontrar la armonía en el desorden.
Para los budistas, el mandala y esta forma circular nos ayuda a “estructurar” nuestro interior. Es por eso que son tan buenos para los niños, desde una edad muy temprana.
El simple hecho de colorear una imagen influye directamente en la reducción del estrés y la ansiedad. Esta práctica se descubre a través de la coloración de los mandalas, que se considera una forma de meditación.
Esta forma de terapia se está haciendo cada vez más popular entre los adultos y los niños por igual. Este ejercicio de relajación ayuda a despejar la mente, a centrarse sólo en el momento presente, en la actividad de crear con armonía. Estudios recientes muestran que el lado geométrico de los mandalas es más beneficioso para la mente que la simple coloración.
Un libro para colorear para sensibilizar a los niños en la estética de los motivos, mientras que promueve su concentración y bienestar.
El mandala, o dibujo centrado, es una imagen simple o compleja organizada simétricamente o no alrededor de un centro. Está presente en la naturaleza (flores, plantas, conchas) y en las culturas y religiones de todo el mundo. También se encuentra en todas las formas de artesanía: esculturas, bordados, cerámica, encajes…
La coloración de los mandalas, al proponer alternativamente un barrido del centro a la periferia y de la periferia al centro, ofrece una verdadera “respiración mental” y permite un trabajo de equilibrio de los dos polos cerebrales. Sus virtudes como actividad que permite el retorno a la calma, el equilibrio y el acceso a un cierto bienestar ya no están por demostrar. Por lo tanto, es beneficioso para los niños inquietos, cansados o estresados o para aquellos que tienen dificultades para concentrarse durante el trabajo intelectual.
Esta selección de mandalas para niños, les da la oportunidad de nutrir su potencial creativo y enriquecer su imaginación.
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