El yoga como proceso de aprendizaje fluido y permanente

El yoga es una forma de vida, es por eso que nos referimos a esta disciplina como algo que se trabaja y se cultiva a diario. Se trata de encontrar el equilibrio entre el cuerpo y la mente, de entender cómo funciona la psique, nuestra alma y las barreras físicas que nos envuelven.

Formamos parte de un todo, de un universo inmenso dentro del que nacemos y con el cual estamos conectados.

Ocurre que en algunos casos no somos conscientes de esa conexión, la cual es posible encontrar a través de la práctica, pero sin pensar que una vez conseguida ya no hará falta más nada. Por el contrario, es algo que se mantiene, crece en nosotros, y lo más hermoso es que también beneficia –o puede beneficiar– a quienes nos rodean. En ese sentido, no es suficiente con saber cada movimiento, ya que es algo mucho más profundo. Aprender yoga es muy distinto a aprender, por ejemplo, un deporte tradicional.

Teniendo conciencia de eso, imaginemos ahora cómo funciona el proceso cuando no solo queremos hacer yoga, sino que queremos enseñarlo. Esta es una vivencia en la que ambas partes –profesor y alumnos– se enriquecen a través de la retroalimentación en cada una de las sesiones. Cuando se trata de niños, la experiencia es particularmente enriquecedora y especial, pero como hemos mencionado anteriormente, es a través de la práctica que alguien puede convertirse en maestro.

En YogaKiddy Academy International ofrecemos un curso de “Monitor de Yoga y Meditación para Niñas y Niños”, en el que se otorga un diploma. Allí se hará constar que usted participó de forma presencial durante 18 horas en un taller intensivo, que recibió una metodología de enseñanza, herramientas y material proporcionado en todas las capacitaciones a nivel internacional (Bélgica, Francia, Chile y España).

Con el diploma de YogaKiddy, se garantiza el respaldo del Centro de Yoga Santosha, una reconocida escuela con más de 30 años de trayectoria, donde se imparten clases de forma regular a adultos, niños y adolescentes; así como también forman a profesores en la disciplina.

En ese sentido, el curso de Monitor de Yoga es ideal para aquellos que no solo aman la disciplina, sino que desean enseñarla a niños y aprender al mismo tiempo de ellos.

Pero recordemos que una certificación sin practicar no tendrá valor, no es suficiente con tener el diploma, es a través de la perseverancia que realmente la persona hará valer lo que sabe. Nosotros le damos las herramientas a aquellos interesados, pero todo dependerá de qué hacen con esos instrumentos, cómo los usan, los entienden, aceptan pacientemente las ocasiones en las que estos no funcionan de la forma esperada…

El certificado que YogaKiddy o cualquier academia otorgue, tendrá valor solo si la persona usa las herramientas obtenidas diariamente, entendiendo que la disciplina es un estilo de vida.

Nosotros te guiamos, pero el resto está en ti, y es eso precisamente lo más maravilloso de esta milenaria tradición.