¿Claudia, cómo empezaste con el yoga? y el yoga infantil en particular?

Carmen: Hola, soy Carmen, fundadora de YogaKiddy, y hoy día estoy con Claudia Lemus, una de nuestras súper entrenadoras, entonces, eh, vamos a hacerle un par de preguntas para conocer un poquito su experiencia que quiere compartir con nosotros. Hola Claudia, ¿cómo estás?

Claudia Lemus: Hola Carmen, ¿cómo estás? Muy bien hoy día, muy contenta de estar acá contigo.

Mira quiero que nos cuentes y que compartas con toda la comunidad de YogaKiddy, ¿cómo y cuándo comenzaste a practicar yoga?

Ya. Mira Carmen, te cuento, eh, yo me enamoré de yoga en el año 2004, y partí por una práctica mía, eh, de lo personal. Yo vi, en, en mí, eh, beneficios a nivel físico y a nivel emocional que me llevaron a tomar una clase de prueba con una amiga que me hizo una invitación muy amorosa de ir a una práctica de yoga.

Para mí esto era muy nuevo en esa época, porque yo no practicaba yoga, y ese año, el año 2004, a mí me pasaron, me pasó como un terremoto emocional en mi vida, un terremoto en el cual tuve que replantearme muchas cosas, y a partir de ese replanteamiento me reinvente, y, y cuando me reinventé, después de este terremoto en lo personal y en la parte de mi salud, hice que me animara a tomar esta clase de práctica y fue maravilloso.

O sea, esa primera clase que tomé con una amiga que me acompañó, fue, fue tan bonito porque yo llegué a esta práctica, eh, a esta clase y sin conocer nada porque la verdad es que no conocía nada de yoga y partí sentada en mi yoga mat y siguiendo las instrucciones de la profesora, y empecé con algo muy muy extraño, porque empecé a hacer estornudos, empecé a estornudar durante la práctica, entonces hacia una asana y estornudaba, hacía otra asana y estornudaba, pero eso no me complicó, porque sentí como un lugar como que era muy bonito para mí, en el cuál yo me sentía muy contenta, muy en paz y muy tranquila, y cuando terminó la clase, Carmen, te cuento que me acerqué a la Roxana, a mi maestra, y le conté lo que me había pasado, y ella me dijo: “Claudita, me dijo, lo que te está pasando es algo muy lindo porque tú te estás limpiando a nivel energético” Y yo le dije: Pero, ¿pero cómo, Roxana? Le dije yo. “Lo que pasa es que a ti energéticamente te han pasado cosas muy fuertes este año”

En tres meses tuve quiebres fuertes en mi vida personal, y eso hizo que yo empezara a limpiarme.

Entonces yo estaba, estornudaba, y era una forma en el fondo de botar todo lo que me estaba pasando y fue tan bonito que, que llegué a mi casa, llegué muy tranquila, muy… muy contenta con lo que había experimentado, y pensé, si esto, esta práctica hizo en mi este… este movimiento interior tan bonito y tan grande, dije, ¿por qué no lo practico con los niños? Y lo llevo a un nivel, a practicarlo con los niños que, que desde chiquititos ellos son una esponja y es difícil para ellos expresar lo que les pasa, entonces, básicamente, eso fue lo que me motivó y lo que me pasó a nivel personal, el año 2004.

Entonces fue en ese mismo momento que decidiste enseñarle a los niños.

Sí, en ese mismo momento decidí enseñarle a los niños, Carmen, porque yo, te cuento que yo soy educadora de párvulos, entonces yo, como soy educadora de párvulos, vi que esta iba a ser una herramienta muy potente en los niños, era una herramienta que si los niños la practicaban desde pequeños, esta herramienta iba a tener grandes beneficios en su vida, porque, como los chiquititos les cuesta mucho expresar lo que les pasa, les cuesta decir si tienen rabia, si tienen pena, si están, si pelearon con el hermano o con la mamá, eh, yo dije: “Si esto hizo este movimiento en mí, ¿cómo será con los nichos desde chicos?” porque, yo la aprendí de grande, entonces, si los niños desde pequeños trabajan esta herramienta a nivel consiente y son capaces de canalizar su energía, de trabajar sus ansiedades, de manejar sus penas y sus angustias, es una maravilla, o sea, es un regalo del universo que los niños puedan practicar esta disciplina desde chiquititos.

Entonces en ese minuto, ¿Qué hiciste? ¿Hiciste algún curso? ¿Cómo te iniciaste para poder trabajar con los niños?

Sí Carmen, en ese minuto me llegó una invitación de esta misma amiga que me dijo que tomara esta clase de yoga, y me informó de una formación que iba a haber en Santiago (de Chile), y yo inmediatamente me motivé y era una formación que hacían en Santiago, y yo empecé a viajar a Santiago y a tomar algunos módulos, y esto me hizo, fue para mí una bendición del universo tomar esto, porque inmediatamente empecé a sentir, además, esta, los beneficios en mí, en mi persona, a nivel estaba más tranquila, estaba mucho más en paz, me sentía muy bien, estaba muy contenta.

Bueno Claudia, entonces, una vez que te preparaste en Santiago durante estos meses, ¿Cómo comenzaste a dar clases de yoga infantil?

Mira Carmen, te cuento que cuando yo partí eh, ya una vez que terminé mi formación en Santiago, yo dije: soy educadora de párvulos, tengo esta formación y dije lo voy a, voy a juntar estas dos maravillas y voy a partir golpeando puertas, como se hacía en esa época, porque en el año 2004 no había internet, había guías de teléfonos, entonces decidí partir imprimiendo un currículum y tocando puertas en los jardines infantiles, y algunos los visitaba por las páginas amarillas, entonces iba, llamaba por teléfono, pedía una entrevista, pedía hablar con la directora, iba con mi proyecto y les planteaba la idea de hacerles una clase de yoga de prueba , una clase gratis, para que los niños y para que ella, y con la gente que trabaja en el jardín, supiera lo que yo estaba haciendo.

Y con eso tuve una recepción muy bonita, porque la verdad es que en todos los jardines donde yo fui tocando puertas, ofreciendo estas clases de prueba, lo encontraron maravilloso porque era muy innovador el año, o sea yo, el año 2005 partí haciendo clases de yoga, y esto fue innovador y las puertas se me abrieron, los portales se me abrieron, del universo, y así partí: dando clases de prueba; mostrando mi trabajo en los jardines, haciendo, eh, trabajando con las educadoras en los jardines y de a poco luego de dar estas clases, me fueron llamando para que esta disciplina, el yoga para niños, fuera parte de la rutina y del currículum de estos jardines.

Hay algunos jardines de los cuales, desde esa época, desde el año 2005, que todavía sigo trabajando y es parte de la rutina del jardín, o sea, hay un horario en la mañana en el cual los niños así como practican o hacen inglés, hacen yoga, entonces, los niños se sacan los zapatos y practicamos todos yoga.

Maravilloso, entonces, Claudia, tienes una experiencia larguísima y maravillosa con niñas y con niños, y me imagino que durante todo este tiempo tú has visto la evolución de los niños, de los colegios, cuéntanos, ¿Cómo ves tú los cambios de los niños? ¿Qué te dicen los profesores, los padres?

Mira Carmen, te quiero contar que, con respecto a eso, mira, me llega de los papás que me dicen: “Claudia, el día lunes (que es el día que practican yoga ponte tú en un jardín o en un colegio) es el día en que mi hijo duerme mejor. Llega a la casa, se baña, come y duerme toda la noche de corrido”.

Me ha llegado también la información de otros papás que me cuentan que, sorpresivamente, su hijo se va a la pieza y ella va, la mamá va a mirarle en la pieza y su hijo está sentado en postura de loto, o está sentado como indio, está con los ojos cerrados y está meditando, sin música y sin nada, y su mamá le pregunta: “¿Qué te pasa Antonia? ¿Qué estás haciendo?” y dice “No, yo estoy practicando yoga, lo que me enseñó mi miss, y eso me hace muy bien porque hoy día me enojé con mi hermano y estoy practicando lo que ella me enseñó y estoy muy tranquila. Si quieres, me puedes cerrar la puerta.

También de los profesores, los profesores nos cuentan que los niños el día que practican yoga, por ejemplo si es el día martes, es el día en que también los papás le cuentan que duermen mejor y además de que tienen una mejor recepción para lo que sigue de la rutina del jardín, por ejemplo, están más abiertos, están más conectados, están emocionalmente más tranquilos, entonces es un día que ellas se cuenta que el día que practican yoga los niños están más receptivos y emocionalmente más tranquilos. Me ha pasado mucho eso que las mamás me cuentan y los profesores también.

O sea, resultados concretos y visibles, tanto para los padres como para los profesores, ¿están?

Sí, ha resultado muy visible. Y lo otro es que te cuento Carmen de lo maravilloso de la magia del yoga, es que por ejemplo yo llego al jardín y los niños inmediatamente me dicen “Llegó la Claudia”, y se sacan los zapatos. Tú le enseñas la primera clase como es lo de sacarse los zapatos, donde van guardados. Se sacan los zapatos, van, colocan sus alfombras o sus mat y se sientan en postura de loto, y en silencio esperan que parta la clase, ellos solos, de una forma súper intuitiva. Entonces eso es muy bonito, porque tú te das cuenta que ya lo tienen incorporado dentro de su rutina y de su día.

Exacto, ahora, con todo esto que tú has vivido, que tú has experimentado, tú sabes que hay mucha gente que se interesa en la formación pero que aún no da el paso para tomarlo, ¿qué consejos le darías tú a todas esas mujeres y esos hombres que están ahí, todavía, que no han tomado la decisión y que lo siguen pensando?

Mira Carmen, yo le diría a todas esas personas que nos están mirando y que me están escuchando, que tomen una formación de YogaKiddy, que tomen esta formación porque es una herramienta maravillosa y concreta, en la cual van a aprender técnicas, juego, dinámicas concretas con las cuales las van a poder poner en práctica inmediatamente terminando la formación. O sea, se van a ir con un material maravilloso, con lo cual, de una forma muy rápida y espontánea y fácil, van a poder practicarla en el aula y en las clases con sus niños en los jardines infantiles.

Que la tomen, que sean, que rápidamente la tomen porque es una herramienta que le va a servir para toda la vida, no solo para nuestros niños y niñas, sino también para uno.

Practicar yoga te trae demasiados beneficios en el plano emocional, en el plano del bienestar, que abarca todos los planos en la vida. Entonces yo se los recomiendo infinitamente, creo que es lo más maravilloso que el universo te puede colocar en la vida, practicar esta disciplina.

Y si lo hacemos desde chicos, desde pequeños, es una herramienta que nos va a acompañar toda la vida.

Que ganas de que nosotros hubiéramos sabido que existía esta disciplina desde chicos, porque quizás cuantas cosas hubiéramos cambiado en nuestras vidas.

Claudia, tú, recién nos contaste de que tomaste una formación en el año 2004 de yoga infantil. Este año te uniste a nuestro equipo y conociste, por supuesto, una nueva metodología de enseñanza. Cuéntanos qué diferencia o, ¿qué es lo que ves tú de distinto con respecto a las formaciones que había hace años atrás?

Mira Carmen, lo primero que quiero contarles es que desde que yo hice la formación con YogaKiddy en Enero de este año, yo desde ese mismo, desde esa misma semana cuando empecé a practicar y a hacer mis clases con los niños cambié mi metodología completamente.

Cambié mi estructura de clase, cambié la forma de hacer la clase, desde Enero hasta esta fecha mi clase es otra. O sea, hay una clase antes de Enero de este año y desde Enero de este año hasta ahora con la metodología YogaKiddy, yo ahora, mi clase es una clase en la cual los niños están mucho más de pie, en la cual los niños se mueven, porque los niños, de una forma espontánea los niños siempre están en movimiento, entonces mi clase es una clase muy en movimiento, una clase en la cual meditamos de pie, en la cual no trabajamos con música, en la cual los niños practican de una forma muy lúdica la clase, cantando, en movimiento, interviniendo, con elementos sorpresa como una caja misteriosa, mucha ensoñación, mucho material lúdico, entonces mi clase definitivamente cambió y los niños me lo han dicho, los niños con los cuales trabajo desde hace 12 años en 2 jardines que son los más antiguos acá en viña me dice, y las guías también me dicen: “Claudia, tu clase es otra”, y los niños están muy receptivos, porque se han dado cuenta de que la clase es distinta: es más lúdica, nos movemos más, estamos más de pie, no es tan estática.

Y yo creo que va más con el tiempo en el que estamos viviendo, Carmen, porque los niños necesitan el movimiento, porque ellos son así. Entonces ellos están en movimiento y eso los hace estar muy conectados y muy contentos, muy felices, porque están en lo que ellos son realmente, son niños, entonces mi clase definitivamente cambió.

O sea, yo le agradezco enormemente a esta formación de Enero de este año.

Bueno Claudia, te agradezco un motón que nos hayas contado tu experiencia y sobretodo que la hayas compartido con toda la familia y la comunidad YogaKiddy. Es muy importante para nosotros y estamos muy contentos de poder contar con ella como una nueva entrenadora este año, un abrazo y que tengan un hermoso día.

Carmen, muchas gracias a ti y al equipo de YogaKiddy por confiar en mí, yo estoy muy agradecida del universo y estoy feliz de ser parte de este gran equipo y todas las gracias a ti y a YogaKiddy, muchas gracias.